La Última Carta

Y llegamos a la última fecha. Un largo camino que comenzó el 6 de Febrero llega a su fin este 15 de Octubre. Nos ha pasado de todo en este hexagonal: De perder una ventaja de 2-0 de local, a empatar en el último minuto de visitante. De ganar un partido increíble frente al que en su momento parecía el más fuerte, a perder con una chilena faltando 5 minutos para el final. Hemos gozado y sufrido junto a esta selección durante estos 8 meses. A pesar de todo, después de tantos altibajos, lo más importante es lo siguiente y es lo que creo que todos queríamos que pasara como mínimo: llegamos a la última fecha con posibilidades de llegar al repechaje.

Tabla de posiciones a falta de 1 partido.

¿Que si Panamá se complicó sólo, y sacando un par de resultados hubiésemos llegado más holgados a esta última fecha?  Es completamente cierto, pero no sirve de nada lamentarse del pasado. Nos queda la última esperanza, la cual no es tan complicada como pudo haber sido: Necesitamos que México, de un nivel flojísimo durante todo el hexagonal, pierda por un gol ante una Costa Rica que quiere cerrar con broche de Oro eliminando a México del Mundial en su casa; y que Panamá, esta Panamá que a veces pareciera que tuviera miedo a ganar, le gane por un gol a Estados Unidos. 1 gol en cada partido y sacamos boleto a Nueva Zelanda. Lo que vale el penal parado de Penedo y el gol fallado por México en el último minuto, pequeños detalles que nos mantienen con vida. Pero, ¿cómo debe hacer Panamá para recuperar esa garra mostrada en las Copa Oro, eso que nos hace falta para dar el último paso y ganarle a Estados Unidos? Curiosamente, la respuesta la encontré viendo anoche Rocky III, película que me recordó muchísimo el momento que esta viviendo Panamá.

¿Qué hace falta para volver a vivir esto?

Para los que nunca la han visto, les hago un breve resumen. La película se basa en los tiempos que Rocky ya era campeón mundial y todo era color de rosa. La gente lo amaba, idolatraba y parecía que nadie podía con él (referencia a la inflación de los medios después de un par de buenos resultados, ¿quizás?). Hasta que llego un rival fuerte, concentrado y con ganas de gloria que logró noquearlo (definitivamente, Costa Rica, Honduras y México). Rocky entró en una depresión, donde perdió toda confianza en sí mismo. Todos comenzaron a dudar de él y hasta llegó a pensar que su carrera entera fue todo un fraude (cualquier parecido con el presente de la poca euforia por el partido de mañana es coincidencia). Hasta que logró recuperar lo que había perdido, eso que es vital en un campeón para llevarse por delante el reto que le pongan. En la película le llaman The Eye of the Tiger, pero se refiere a esa sed de victoria, esas ganas de salir al ring y ser el mejor, eso es exactamente lo que necesita mostrar Panamá mañana en el Rommel.

Rocky encontró dentro de él lo que le hacia falta para volver a ser el mejor.

Después del 15 de Octubre no hay mañana. Panamá debe salir a dejarse la vida sin miedo a perderlo todo. Se ha notado a leguas como Panamá sale a enfrentar los partidos a esperar que haga el rival, con más miedo a perder que ganas de ganar. Basta, Julio. Es momento de tirar todo lo que tenemos a buscar la victoria. Tenemos los jugadores con la calidad necesaria para sacar el partido, eso no les quepa la menor duda. Pero es hora de salir a proponer, a manejar el balón y probar el arco rival. Es inaceptable un primer tiempo como el del Azteca, donde si acaso se tuvo 25% de posesión y se tiró una vez al arco de Ochoa. Con un México tan presionado, era para proponer más, y el segundo tiempo dejo esto en evidencia. Arriesguemos con Yau, Jimenez, Chen y Gaby en el arranque. Combinemos las ganas que tienen estos jóvenes de hacer historia con la experiencia para sacar esto adelante. Panamá debe hacer su trabajo y después esperar que Costa Rica nos haga el favor. Si se puede, pero de nada servirá hinchar por los ticos si no ganamos nosotros.

¡A dejar todo! Ya lo hemos hecho anteriormente.

Así como Rocky, que después de tantos golpes seguía tirando la mano, Panamá no puede rendirse cuando falta un round más que pelear. En la película, cuando Rocky se preparaba para la revancha y estaba en su punto más alto de miedo y desesperación, preguntó a su esposa: “¿y si pierdo?” Ella le contestó: “¡Entonces perdiste! pero al menos perdiste sin excusas, sin miedo. Y yo sé que tú puedes vivir con eso”. Si vamos a perder, hay que sudar esa camiseta roja hasta el último segundo pensando que se puede. Pero estoy seguro que si los 11 jugadores que les toque buscar la gesta salen a jugar con los huevos que se juegan este tipo de partidos, se puede dar el milagro. ¡A dejarlo todo mañana! ¡¡¡VAMOS PANAMA!!!

¡TODOS AL ROMMEL!