lunes, 27 de junio de 2011

El Abismo Del Descenso

El fútbol a veces tiene más drama que una obra de Shakespeare. Muchos arman un revuelo si su equipo no sale campeón, otros ven inaceptable no clasificar a un torneo internacional, y algunos piensan que es el fin del mundo cuando se pierde un partido. Pero hay una situación que nadie se imagina, que ni siquiera el hincha más negativo sobre la tierra podría estar preparado: el descenso. Aunque parezca irreal, trata de imaginártelo por un segundo: te imaginas que tu equipo favorito, después de una mala campaña, esté destinado a perder la categoría y jugar en segunda división? Para muchos parece imposible, pero ayer vivimos un momento histórico y trágico cuando vimos a River Plate, uno de los clubes más importantes de Argentina y con millones de fanáticos alrededor del mundo, tocar fondo y bajar a la división B de la liga argentina.


Pero cómo sucedió esto? Cómo es posible que el club con más títulos locales en Argentina, ganador de copas Libertadores y copas Intercontinentales, un equipo donde han pasado jugadores de la talla de Enzo Francescoli y Alfredo Di Stéfano haya llegado a una situación tan crítica como es no jugar más en primera división? Se buscan culpables por todos lados. Algunos dicen que son los jugadores que les pesó la camiseta, otros otorgan culpa al cuerpo técnico sin experiencia y con antecedentes de descenso (J.J. López ya había descendido a otros 3 equipos), y por último a la comisión directiva del club, comandada por Daniel Passarella, quien obvió la posibilidad que esto sucediera y no preparó un equipo para salir de esta situación. A mi parecer, es una combinación de estos tres grupos. Fue una crónica de una muerte anunciada, donde ninguno estuvo a la altura de la situación. Desde el periodo de Jose María Aguilar, donde River quedó último en un torneo, las cosas se venían haciendo mal y nadie hizo nada para evitar este desenlace. Ahora, no hay marcha atrás.


Así como le está pasando a River, varios equipos importantes han tenido momentos tan difíciles como éstos. En Inglaterra, equipos importantísimos como Manchester United (3 descensos: 1922, 1931 y 1974) y Liverpool (1954) han sufrido lo que es bajar de categoría. En Italia, AC Milan (1980 y 1982), Juventus (2006) y recientemente la Sampdoria esta temporada. Y si nos vamos a España, resaltan los casos del Atlético de Madrid (2000) y esta temporada del Deportivo de la Coruña. Todos estos, equipos que han sabido ser campeones nacionales e internacionales, han sufrido también la desgracia más grande que puede pasar en el fútbol. Y las consecuencias del descenso no son sólo futbolísticas.


Por derechos televisivos, River recibía alrededor de 7.5 millones de dólares por la transmisión de sus partidos en primera división. Al perder la categoría y jugar en la B Nacional la próxima temporada, esa cifra bajará a solamente $850,000. Un golpe durísimo para la economía de cualquier club, especialmente en Argentina. También hay que tener en cuenta que la cantidad de viajes que tendrá que hacer River jugando en la B se triplicarán, ya que la mayoría de los equipos se encuentran en el interior del país, así aumentando más los gastos. Y como si esto fuera poco, también está el tema de los patrocinadores, quienes no se sabrán si seguirán depositando dinero en el club, lo que significaría para River buscar nuevos sponsors pero con menos renombre. Esto también significa que no habrá dinero para hacer incorporaciones importantes, así que tendrán que vender jugadores, que quizás se hayan devaluado por haber sido parte de un equipo que perdió la categoría, para comprar nuevos jugadores. Y la lista de problemas sigue…


Ayer las imágenes del Monumental de Nuñez decían más que mil palabras: tristeza, llanto, desolación y, como nunca puede faltar, inadaptados que decidieron agarrarla con las instalaciones del club y destruyeron todo a su alrededor. Muchos que me conocen saben que soy hincha de Boca Juniors, eterno rival de River Plate, y no les voy a negar que en el momento que se consumó el descenso de River lo disfruté, como ellos lo hubieran hecho si a Boca le pasara. Pero, pensando en frío, esto no le hace bien al fútbol. Se pierde un espectáculo tan importante alrededor del mundo como un superclásico Boca-River, se pierde una rivalidad tan añeja como el fútbol mismo, y su descenso también le quita prestigio a una liga tan competitiva, donde han salido muchos de los mejores jugadores que existen en Europa en estos momentos. Con mucha sinceridad, le deseo la mejor de las suertes, que se recuperen rápido y vuelvan a primera división el próximo año, pero esto le da una lección al mundo entero del fútbol: cuando hay un mal manejo de un club, hasta los grandes caen.



Si no lo vieron ayer, acá un video con los disturbios que hubo en las afueras del Monumental. Sé que el fútbol despierta pasiones inexplicables, pero eso no explica que salgan a romper todo cuando al equipo le va mal. Acaso no pensaron que esto incrementa los gastos del club que de por sí estará mal económicamente?


Síganme en twitter @gabovives. Saludos y felíz comienzo de semana!

MENCIÓN ESPECIAL: LA ROJITA HACE HISTORIA

Aunque la noticia que le está dando la vuelta al mundo es el descenso de River, no podemos olvidarnos de nuestra selección sub-17, que logró clasificarse a los octavos de final del Mundial Sub-17. Con ese gol de Jorman Aguilar ante Burkina Faso, le bastó a Panamá para clasificar como uno de los mejores terceros, a pesar de haber perdido sus otros dos encuentros. Ahora les toca a los pelaos seguir escribiendo historia este jueves a las 6pm ante la anfitriona México. Será difícil y seremos más visitantes que nunca, pero esto es fútbol y todo es posible. VAMOS LA ROJITA! EL JUEVES TODOS DE ROJO!


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